sábado, 7 de octubre de 2017

HIGH PERFORMANCE


Una característica nuclear de la Institución militar y de la cual todos nos sentimos orgullosos es que, ayudamos al personal con problemas, pues consideramos que merece la pena, pero el Ejército casi nunca se ha centrado en la meta complementaria, es decir, en mejorar la vida de sus integrantes.

Es importante entender que el concepto de salud es más amplio que la ausencia de enfermedad: un estado de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad e incapacidad, sino un estado positivo que implica al individuo en sí mismo en el contexto de su vida.

Si se pretende mejorar la eficacia de la Institución, se necesita tener presentes las interrelaciones entre los individuos y la Institución, por tanto, no estamos ante una relación unidireccional, sino bidireccional constructiva. De modo que, tanto la organización como sus individuos creen un clima laboral que favorezca la mejora del desempeño.

Desde esta aproximación, es tan importante el bienestar de los miembros de las Fuerzas Armadas como la alcanzar un óptimo estado de operatividad de las Unidades Militares, mediante la implantación de los sistemas de trabajo denominados high-performance.

Estos modelos esta consolidados en las corporaciones más importantes a nivel mundial y son el secreto de su éxito.

A continuación voy a  señalar las características que se pudieran adaptar a una Institución como la nuestra:

·       Que los procesos de selección se adapten al puesto, pues, desgraciadamente, no todos valemos para todo.

·       Que no sólo se destinen los esfuerzos de formación a las habilidades técnicas, sino también a las habilidades emocionales, formación de equipos de trabajo, resolución de conflicto, etc…

·   Que en las retribuciones de los empleados se tomen en consideración de una manera significativa sus habilidades y conocimientos.

·        Que se apliquen sistemas de remuneración que se basen en el rendimiento individual y no por turno.

·         Que exista un sistema de evaluación del rendimiento.

·         Que se fomente explícitamente el trabajo en equipo.

·     Que el personal disponga de mecanismos para plantear sus ideas, quejas y aportaciones en general, y se tengan en cuenta o bien  se razone su no idoneidad para la Unidad.

·     Que se realicen reuniones periódicas o encuestas con el personal para conocer su grado de satisfacción, existiendo un feed-back por parte del Jefe de Unidad.

·       Que las relaciones de los Jefes con sus subordinados sean, además de formales,  espontaneas e informales.

·    Que se favorezca, en la medida de lo posible, la participación del personal en la toma de decisiones de su Jefe directo.

·         Que se fomente la iniciativa y autonomía de los subordinados en sus trabajos.

·         Que se perciba un clima de alta cooperación y confianza.

·         Que las diferencias de estatus no estén muy acentuadas.

Evidentemente, muchas de las medidas citadas anteriormente están implantadas o en vías de ello. Sin embargo, el Jefe es el actor principal para llevarlas a cabo, pues la Institución Militar deja mucha libertad de acción para ejercer el mando.

Por consiguiente, si quieres mejorar el desempeño de tu Unidad, mejorando a la vez la vida laboral de tus subordinados, sigue el máximo de puntos antes descritos.

LA CLAVE PARA CHESIONAR

MEJORAR EL TRABAJO EN EQUIPO Existen tres aspectos que condicionan el grado de efectividad de los equipos: la cohesión, la ...