En ocasiones resulta difícil diferenciar la aproximación positiva del trabajo, que se caracteriza por la dedicación, el esfuerzo o la implicación, del exceso de dedicación al trabajo o la adicción (workalcoholic).
Es evidente que la pasión puede
ayudar a incrementar la motivación, potenciar el bienestar y la identificación
con la Institución (pasión armoniosa). Sin embargo, también puede generar
emociones negativas y generar toxicidad (pasión obsesiva).
La personas con una personalidad débil son el
caldo de cultivo perfecto para la pasión obsesiva, pues asumen el trabajo como parte de
la propia identidad, lo cual genera una presión interna para abordar sus tareas profesionales
diarias, sintiéndose fatal si no las llevan a cabo durante la mayor parte del arco horario,
incluidos los fines de semana. Además, como su voluntad no es promovida por ningún anhelo de recompensa o reconocimiento es muy complicada de modificar.
Aunque la adicción al trabajo no
es exclusiva de ninguna organización en particular, los valores militares que
se inculcan en la Institución pudieran
favorecer dichas conductas entre nuestro personal.
Una vez estuve bajo las órdenes de un workalcoholic, y si soy sincero,
no fue una experiencia ni personal ni profesional agradable, pues o pensabas y actuabas como él, o te consideraba que no eras de los suyos, ni digno de pertenecer a su Institución.
Como norma general, los Jefes no
consideran a los adictos al trabajo un problema, pues, desde un punto de vista egoísta piensan que, les están sacando
el trabajo. Sin embargo, los líderes si los identifican como un problema para
la Unidad.
La adicción al trabajo es una
enfermedad y como tal hay que tratarla, pero lo primero que un líder debe de hacer
es distinguir al subordinado ejemplar del adicto, lo cual es muy
sencillo si se conocen las características que están presentes en la mayoría de
ellos:
· Trabajo excesivo y compulsivo.
· Problemas extra laborales (familiares).
· Perfeccionismo e inseguridad.
· Necesidad de control.
· Su trabajo es considerado el centro de gravedad
de su vida.
· Negación del problema.
En un principio, pudiera
considerarse al adicto al trabajo como una persona eficaz. Sin embargo,
normalmente este tipo de personas suelen realizar tareas innecesarias para la
Unidad, lo que le hace pasar muchas horas trabajando, por lo que su
rendimiento nunca será óptimo.
Suelen ser enemigos de lo bueno al buscar siempre lo
perfecto, y como sólo piensan en el trabajo, es decir, en sí mismos, las relaciones
con su equipo son pobres, originando un
gran desgate entre sus subordinados.
Reseñar que, les horroriza cometer un error o no tener control sobre el trabajo, por lo que toman una actitud conservadora en la toma de decisiones, siendo numerosas e interminables las reuniones que someten a sus equipos. Además, no tienen el menor escrúpulo en convocarlas o alargarlas fuera del horario habitual de trabajo.
Reseñar que, les horroriza cometer un error o no tener control sobre el trabajo, por lo que toman una actitud conservadora en la toma de decisiones, siendo numerosas e interminables las reuniones que someten a sus equipos. Además, no tienen el menor escrúpulo en convocarlas o alargarlas fuera del horario habitual de trabajo.
Todo lo anterior origina a largo
plazo problemas de salud y situaciones familiares dramáticas. Por lo tanto, seamos líderes auténticos, no
seamos egoístas e intentemos identificar y tratar a estos adictos, como lo que son y ocasionan, por el bien
no sólo de ellos, sino también de sus subordinados.
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