viernes, 11 de agosto de 2017

AL INDIFERNTE LA LEGISLACIÓN VIGENTE


Una de las características del líder más anheladas por parte de los subordinados es la predictibilidad, pues su falta origina estrés y levanta barreras a la iniciativa. Sin embargo, el tener que dar freno a las emociones, es un foco de inestabilidad y generador de estrés para el Jefe también (demanda emocional).   

Una estrategia que, a mí me ha dado resultado para lograr esa estabilidad, minimizando el estrés, es asumiendo un rol,  y ante cualquier disonancia entre mi personalidad y la respuesta requerida, la justifico por el papel que tengo que llevar a cabo dentro de la Institución.

Todo rol lleva asociado un guion o esquema mental, que actúa como filtro para la interpretación de la realidad y para desplegar una respuesta concreta.  Un líder necesita amoldarse al puesto que ocupa, a la cultura organizacional y a la coyuntura social que le ha tocado.

Existe un esquema mental, que se puede acoplar a cualquier puesto que se ocupe y en cualquier contexto, que a continuación desarrollo:
“AL AMIGO EL CULO”.

La reciprocidad es un elemento esencial en las relaciones interpersonales. A excepción de la conducta altruista, los seres humanos nos movemos por intereses, uno de ellos es el esperar algo a cambio. Cuando un subordinado, por ejemplo, mantiene una actitud proactiva, quedándose más horas en el trabajo cuando hay algo urgente de resolver, y sin exigir ninguna contrapartida. Es evidente que, si algún día necesitara algo, deberíamos tener cierta predisposición a ayudarle.
“AL ENEMIGO POR EL CULO”.

Una característica del líder es su capacidad de influir sobre los demás, pero hay ocasiones en que, desgraciadamente, nos topamos con subordinados con unas actitudes poco colaboradoras y predispuestos a torpedear cualquier iniciativa, en resumen, son tóxicos para la Institución. Este personal deberá de estar en el punto de mira del Jefe, de manera que, sus conductas toxicas sean corregidas inmediatamente, pues de lo contrario perderíamos control.
“AL INDIFERENTE LA LEGISLACIÓN VIGENTE”.

En toda organización existe personal carente de iniciativa, que mantiene una actitud reactiva al trabajo. Son subordinados que sólo tienen como referente sus derechos, no queriendo reconocer sus deberes. Este personal pasivo no aporta a la Unidad, pero tampoco la erosionan. La actitud del Jefe hacia ellos debe de ser neutral.

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